* Ofreció un concierto en ‘streaming’ en el marco del Día Internacional de la Mujer
* Al inicio del confinamiento “fue muy duro para mí”, compartió
Para la cantante Natalia Lafourcade, la pandemia por Covid-19 le hizo encontrarse “con algo que en mucho tiempo o no había vivido: estar en mi hogar”, y conocer a la Natalia “que tiene un poco otra vida, familia, marido, animalitos”. Ahora, a un año del inicio de la crisis sanitaria, la intérprete trata de equilibrar sus dos mundos: la vida sobre el escenario, y la que tiene en casa: “el ser humano que soy”.
Minutos antes de iniciar un concierto vía streaming, organizado por una institución bancaria en el marco del Día Internacional de la Mujer, la artista compartió que, aunque ya necesitaba reencontrarse con su vida fuera del entarimado, “siempre había compromisos”, por lo que el inicio del confinamiento “fue muy duro para mí. Es que no sé estar en mi casa, no sé estar aquí. ¿Qué es esto?’ No sé ni cómo se respira, habla, vive. Fue como un encuentro, al principio, tan doloroso, y tan confrontador”, pero también “tan bonito y tan necesario.
“Entonces, vino una muerte muy necesaria para mí, que fue el desnudarme y quedarme sin todo aquello que construye este ser Lafourcade, y verme a mí, en mi hogar, conmigo. Y era un regalo maravilloso. Empecé a encontrarme con otras cosas que no había tenido en mucho tiempo. Ahora estoy encontrando la forma de equilibrar mis mundos. Sé que necesito seguir en casa y allá estoy bien, conociéndome como mujer, entendiéndome un poco más y no solo la parte del trabajo, de lo profesional”.
Agregó que la pandemia “nos ha descolocado a todos de nuestra zona confort, que nos ha hecho cambiar de direcciones. Atravesamos por una etapa fuerte, vivimos una realidad muy dura, con muchas cosas que se deben de solucionar”.
Asimismo, celebró la “lucha tan potente, tan fuerte que han hecho tantas mujeres en el mundo, en la vida” y mediante su tema La Malquerida recordó a todas las que “todavía necesitan que las volteemos a ver, que las escuchemos, que tengamos vivo el valor de la empatía, de la compasión. Este trabajo que estamos haciendo lo tenemos que hacer en equipo: hombres y mujeres, se trata de conciliar energía. Ojalá un día podamos todos convivir equilibradamente con eso”.
En su recital de poco más de una hora y presentado bajo el título Un Canto Por México, Lafourcade interpretó una decena de piezas entre ellas Alma Mía, Mexicana Hermosa, Hasta la Raíz, Lo Que Construímos, Un Derecho de Nacimiento, Tu Sí Sabes Quererme y culminó con Nunca Es Suficiente, en la que invitó a bailar a algunas mujeres que se encontraban en el set.
Durante el show, que fue transmitido a 21 países en Latinoamérica, entre ellos Brasil, Argentina, Colombia, Paraguay, Panamá, Ecuador, Guatemala, Honduras y, por supuesto México, la cantante estuvo acompañada de los músicos Fernando Hernández (piano, arreglos musicales), Lucía Gutiérrez (coros), Nezahualcóyotl Rodríguez (acordeón), Maestro Fernando de Santiago (vihuela), Marco Antonio de Santiago (guitarrón), Alfredo Pino (trompeta, coros y percusión) y César Pacheco (set de percusiones de ritmos).
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