* Bad Religion, Pennywise, Cro-Mags y Off! dieron vida al festival Montreal ’77

 

Por Alejandro Trejo

Cuando la nieve termina por derretirse y comienza el verano en Canadá, las islas de Notre Dame y Santa Helena, a las cuales se puede acceder en metro o ferry, albergan el Montreal ‘77, la fiesta de la escena punk rock más grande de ese país, que se realiza en el emblemático parque de la ciudad con la que el festival comparte uno.

Los promotores detrás del Vans Warped Tour emprenden, desde hace 3 años, este proyecto que presenta una diversidad de bandas de punk rock, como Rancid, Dropckick Murphys, The Vandals en 2017; así como Rise Againts, AFI, Suicidal Tendences, Sick Of It All e Interrupters en 2018.

Foto tomada www.facebook.com/77Montreal/

 

En este año desfilaron verdaderas leyendas por sus tres diferentes escenarios, como Bad Religion, con 40 años de pisar tarimas; con la misma edad, los veteranos de Edimburgo, The Exploited; unos neoyorkinos de inicio de los ochentas llamados Cro-Mags; el recorrido de 31 años desde Hermosa Beach que ha hecho Pennywise; y los jóvenes de Streetlight Manifesto.

Así, en el último viernes de julio, la isla de Santa Helena, que ofrece diferentes atracciones en otras temporadas del año, como la Biosfera y la escultura L’Homme, recibió a cientos de punks de diferentes generaciones dispuestos a disfrutar de un día de guitarrazos, dobles-bombos y distorsiones que inspiraron a hacer headbainging a más de uno.

Foto de Tim Snow, tomada www.facebook.com/77Montreal/

 

Las actividades iniciaron en el escenario Este con The Menzingers y canciones como Anna, Lookers In remission, de su más reciente LP, fueron una prueba de lo que se presenciaría a lo largo de la jornada musical; mientras que en el escenario Oeste, Pulley demostró por qué es una de las preferidas del punk californiano. Abrió con su ya considerado himno Cashed in, que delineó, en gran medida, la participación del público en los clásicos mosh pits.

Pulley en Montreal ’77. Foto Alejandro Trejo

 

Sudden Impact, que prosiguió a los californianos, derrochó 30 minutos de guitarrazos en el Jardin y dejaron listo el ambiente para Mute. Entonces, la disyuntiva: quedarse o partir hacia el Oeste para ver a Off!, es decir, disfrutar de Keith Morris, la leyenda de Black Flag y Circle Jerks, quien a sus 63 años aún rockea por todo el templete.

OFF! en Montreal ’77. Foto de Tim Snow, tomada www.facebook.com/77Montreal/

 

Justo en ese mismo escenario (Oeste), los escoceses The Exploited hicieron lo propio. Su frontman, Wattie Buchan, siempre inmiscuido en polémicas acerca de su posible nazismo, lució una playera con la imagen de Donald Trump con la leyenda “Fucking bastard”, mientras interpretó Fuck the USA. El entusiasmo se elevó con temas como Punks not dead y Sex & Violence, en las que el vocal invitó a algunos fans a subir al entarimado. La adrenalina llegó a tope con cerca de 50 personas cantando al unísono en el micrófono de Wattie.

The Exploited en Montreal ’77. Foto Alejandro Trejo

 

En tanto, en el escenario del Jardín, los Cro-Mags, en voz de John Joseph, dedicó Hard Times a todos los que la han pasado mal y han encontrado en la música un refugio de esperanza. We gotta know y World Peace hizo saltar a toda la audencia, y mientras sonó Attitude, cover de los Brad Brains, inició el éxodo hacia el Este, llegar a él y seguir hacia el Oeste, donde el despliegue de la manta de Pennywise, indicó que se acercaba la hora de la banda de California.

Cro-Mags ‘JM’ en Montreal’77. Foto de Pierre Bourgault, tomada www.facebook.com/77Montreal/

 

Entonces, apareció sobre la tarima Jim Lindberg, quien celebró su cumpleaños 54 ese mismo día, y animó a todo el público con Paceful day, el primer tema de la noche; ydespués de clásicos como Same Old Story, Pennywise, Nervous Breakdown -un cover de Black Flag-, y lo nuevo llamado Live While You Can, el show se detuvo por unos minutos, porque fue cuando el guitarrista Fletcher recordó que era el cumpleaños de Jim, y las tres hijas de éste, salieron con un pastel para agasajar al vocalista, originario de Hermosa Beach.

El cover de Ben E. King, Stand By Me enfiló la presentación hacia su final, que llegó con el himno de la banda, Bro Hymn, y como ya es costumbre, el público fue invitado a subir al entarimado y corear esta canción en honor de Jason Thirsk.

Pennywise en Montreal ’77. Foto Alejandro Trejo

 

Las luces se apagaron, pero en el escenario contiguo, en el Este, sonaba Streetlight Manifesto. Trompeta, saxofón, sax barítono, trombón, bajo, guitarra y batería retumbaban con A Momento of Violence, mientras el público coreó, saltó y disfrutó al máximo a la banda del este de Brunswick, Nueva Jersey. Sin duda, un derroche de energía con el estilo de un grupo que llega a mezclar algo de sonidos balcánicos y punk, con una base de ska muy movido, que hace bailar los espectadores. Una decena de temas en total y cuyo cierre llegó con Here’s to life. Entonces, la hora indicó que era momento de virar al Oeste para disfrutar de Bad Religion.

Los integrantes de la banda, primera del sello Epitaph, salieron al escenario y de inmediato interpretaron Them and Us, seguida de End of History y Fuck You. De repente, el vocalista y Ph.D en Historia de la Ciencia por la Universidad Cornell, puso en tela de juicio a la zona VIP.

Bad Religion en Montreal ’77. Foto de Tim Snow, tomada www.facebook.com/77Montreal/

 

“Resulta paradójico que un concierto de punk rock tenga una zona VIP, que se pague mucho dinero por estar aislado de toda la gente”, e hizo referencia a la canción de NOFX The Separation of Church and Skate, con la frase: “When did punk rock become so safe?”. Así fue el preámbulo de Stranger Than Fiction.

Por su parte, los asistentes corearon “I want to know why Hemingway cracked?, Sometimes thrut is stranger than fiction”, y poco a poco se dejaron llevar por clásicos de la banda como Automatic Man, I Want To Conquer The World, Generator, No Control, You, Infected y American Jesus.

Bad Religion. Foto Alejandro Trejo

 

Un total de 27 piezas en hora y media de concierto hicieron de esta participación la cereza del pastel en un día de verano, soleado y lleno de punk en el parque Jean Drapeau de Montreal, la llamada capital cultural y de las artes de Canadá, pues ofrece un sin número de actividades que la hacen un conglomerado de representaciones culinarias, literarias, teatrales, académicas y musicales, un excelente abanico de posibilidades en la diversión.

Para mayor información de este festival visita https://www.77montreal.com/en/ y www.facebook.com/77Montreal.

 

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