Una influencia marcada de los años 40 definió la propuesta de Escapismo y Reencuentro, una colección elegante en la que destacaron siluetas lápiz, cinturas altas y marcadas, escotes colgados y corazón, así como pliegues ligeros y algunos drapeados.
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rajes sastre de gabardina plastificada y cuero, en tonos claros como marfil, arena y azul, abrieron el desfile, seguidos de vestidos de cocktail en gasa de seda, brocado y raso principalmente.

Para cerrar de forma espectacular Blanca presentó un vestido de novia strapless brocado, de silueta recta y decorados florales en el talle, el cual lucia más que espectacular, simplemente divino, justo como toda la colección, excelente trabajo de Blanca Estela.
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