Por Casandra Vicario / Especial
Érase una vez, tres hombres cuyos caminos se cruzaron indirectamente en 1921. Ninguno de ellos tenía idea de que 100 años después su trabajo se convertiría en una obra inmortal. ¿Sus nombres? Bram Stoker, Max Schreck y F.W. Murnau. Su propuesta: Nosferatu.
Estrenada en Alemania -su país de origen, el 4 de marzo de 1922, esta cinta -que en la actualidad hace honor a una de las características del chupasangre- es una libre adaptación de Drácula, la novela de vampiros más importante del mundo escrita por el irlandés Bram Stoker. La dirección estuvo a cargo de Friedrich Wilhelm Murnau, un estudiante de filología, historia y literatura que después descubrió su pasión por el cine, y ¿el vampiro? Ese se lo debemos al actor Max Schreck quien, paradójicamente, daría vida al Conde Orlok de forma tan magistral que incluso después de su participación en Nosferatu surgieron diversos rumores sobre su persona: que no era humano y que llevaba a cabo ritos ocultistas en el set de filmación.
Como si fuera un vampiro por sí misma, la cinta de Murnau ha existido a lo largo de estos 100 años como todo un ser de la noche: se mantiene atractiva, pues continúa seduciendo tanto a hombres como a mujeres de todas las edades y en diversas zonas del mundo. Quienes la ven por primera vez, quedan hipnotizados ante sus encantos vampíricos.
Además, la elegancia que caracteriza a estos seres de la noche se hace evidente en el blanco y negro de cada uno de sus cuadros, que cada vez que se proyectan infectan a otros, pues desde su estreno, existen diversas adaptaciones de la historia de Stoker, aunque ninguna como la hoy centenaria Nosferatu, una de las tres joyas del expresionismo alemán que existen dentro del cine de terror.
Sin importar que tenga un siglo, Nosferatu se mantiene eternamente joven y continúa siendo una joya de la cinematografía mundial que, además, es inmortal, porque nosotras y nosotros dejaremos algún día este mundo oscuro y caótico, pero Nosferatu, seguirá aquí, alimentándose de la sangre de nuevas generaciones de cinéfilos.
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La Van Helsing de Nosferatu
No existe vampiro notable sobre la tierra sin un cazador (o cazadora), y en este caso se trata de Florence Stoker, la viuda de Bram, quien como Van Helsing, estuvo cerca de destruir a nuestro vampiro fílmico, pues al tratarse de una adaptación no autorizada de la obra de su esposo, la casa productora de esta joya del cine, Prana Films fue demandada por la viuda, quien ganó el pleito legal, hiriéndole de muerte y ordenando destruir las copias de la cinta… Herida de gravedad, como si la amenaza de la luz del sol para desintegrarla estuviera latente, Nosferatu se escondió en lo más profundo de la tierra y fue así que sobrevivió, para volver de la tumba en 1994.
Aunque no es la primera película basada en el texto de Bram Stoker, Nosferatu se ha quedado con ese crédito, ya que su predecesora Drákula Halalá, una cinta húngara de 1921 se encuentra perdida, y pese a que se espera que aparezca una copia en algún lugar de su país de origen, se rumora que en realidad la historia no tiene relación alguna con el libro de Stoker.
El Nosferatu de Murnau, nos muestra a un vampiro cruel, calvo, poco aristocrático, de orejas y uñas puntiagudas, dedos largos y dientes afilados, cuya presencia genera muerte y que se encuentra muy alejado de los vampiros ricos y guapos del cine de años posteriores.
100 años después nuevas generaciones abren el ataúd donde yace inerte y expectante la cinta Nosferatu de F.W. Muranu y, desde ahí, el vampiro salta y muerde sus cuellos para alimentarse de su sangre… por lo que su reino dentro del mundo de los no muertos no tendrá fin.
Es una cinta muda
En Suecia, fue estrenada 50 años después, en 1972.
Esta joya del expresionismo alemán aporta el hecho de que sea la luz solar la que termine con la existencia del vampiro.
En 1995 fue seleccionada por el Vaticano dentro de su lista de 45 grandes películas de la historia, si, leyeron bien, el Vaticano.
Kirk Hammett, guitarrista de Metallica, afirma en su libro Too Much Horror Buisness haber disfrutado de Nosferatu unas 800 veces.
En la cinta Batman Forever Tim Burton hace un homenaje al actor Max Schreck, pues nombra así a uno de sus villanos, interpretado por el actor Christopher Walken.
Diversos grupos musicales se han visto infectados por el Nosferatu de Murnau: en 1988 sale del ataúd una banda gótica originaria del Reino Unido de nombre Nosferatu. La banda Saxon tiene una canción de nombre Nosferatu (The Vampire Waltz). El Blue Oyster Cult también tiene una canción de nombre Nosferatu, incluida en su disco Spectres de 1977.
La Secretaría de Cultura federal informó que este sábado 6 de noviembre, los capitalinos podrán disfrutar de esta cinta, musicalizada en vivo por Dr. Fanatik, en el Complejo Cultural Los Pinos:
https://youtu.be/GYfTUiYKtes
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