* La banda arrancó 2019 con 3 fechas ‘sold out’ en el Teatro Metropolitan
* Volverá a la CDMX con dos show más en el verano
“Fue mi cumpleaños y ni un pinche regalo”, lamentó Micky Hubidobro, bajista de Molotov, “pero no hay pedo. Feliz Año a todos”, continuó a manera de bievenida al ‘Desconecte’, una noche en la que armaron el jolgorio desde el escenario del Teatro Metropolitan, en el que fluyó el set que grabaron para el especial MTV Unplugged, con todos sus clásicos, pero también un tema nuevo; y en el que hubo invitados especiales, desde músicos hasta fanáticos.
Apenas pisó el entarimado, la banda soltó Here We Kum y desde ese momento se reveló el ánimo festivo/irreverente que le imprimieron a su show y que rápidamente contagio a su séquito de seguidores. “¡Locos!”, lanzaron desde el proscenio tras cantar Amateur y dar pie a No Comeremos Mañana, que arrancó gritos de entusiasmo, lo que aprovechó Micky para pedir que se levantaran de sus asientos y poder cantar/gritar a gusto “¡Chinga A Tu Madre 2019!”.
Ante la euforia, siguieron las Lagunas Mentales -“dedicada para la gente que la caga”- además de Parásito. Los intercambios verbales, entre rola y rola, entre los integrantes de la maldita molocha -como “¿vas a empezar el año así, chingando a la madre? Todo borrachote, cantando rolas que no te corresponde? ¿Qué vas a hacer cuando seas grande?”- arrancaban carcajadas al público. Así, en medio de frases, apareció el primer invitado de la noche: el contrabajista Djordje Stijepovic (Tiger Army, Drake Bell) –“¿Saben? Tocamos con lo mejor de lo mejor de lo mejor”- para participar en Oleré el Uhu.
Después, “una del güero”, el baterista Randy Ebright: Dreamers. Entonces, Micky se levantó de su sillón, se quitó la gorra y comenzó a pedir cooperacha entre los asistentes sentados en primera fila –junté una lana y la neta es que se la vamos a dar a un chavito que está allá afuera”, dijo-, mientras interpretaban Gimme The Power, tema que el estadounidense Money Mark pareció disfrutar bastante, pues no dejaba de brincar mientras tocaba los teclados y el respetable los acompañaba en los coros.
En tanto, “la mamá de Rubén Rovelo, un piloto “campeón de Nascar”, escuchó de cerca DDT, pues estaba sentada en el sillón del bajista, ubicado del lado derecho del escenario. Un lugar que más adelante sería ocupado por otros personajes. Enseguida, entró en acción la artista japo-estadounidense Nahoko Kobayashi, quien toca los tambores Taiko en Dance and Dense Denso.
“Esta rola que sigue ‘es una más de dolor’”
Después, Micky bajó a las primeras filas del foro para buscar y llevar al siguiente invitado al escenario, que fue nada más que el padre del guitarrista Paco Ayala, a quien Tito Fuentes lo recibió con un efusivo abrazo, y luego su hijo. Así, desde el sillón –“desde donde se oye de pocas tuercas”, el don Francisco Ayala disfrutó de Mátate Teté, en la que participaron Irene y Antonio en las gaitas, y en la que el tecladista estadounidense volvió a dar cuenta de su pericia en el baile.
Al cabo, Mark tomó el acordeón, mientras el contrabajista Djordje Stijepovic regresaba al proscenio junto al “you tubero”, porque toca la tuba, Luis. “Si ven por ahí a un pinche gringo, miéntenle su madre”, dijeron desde el escenario, por lo que el rechiflido no se hizo esperar. Así, la banda arrancó con Frijolero, que fue festejada y acompañada desde las butacas por miles de voces, en medio de las cuales destacó el gritó “¡Arriba México!”
“Esta rola que sigue ‘es una más de dolor’”, dijeron los molochos a modo de introducción para Hit Me, en la que Don Francisco le puso “10” a su hijo, -“¡No! ¿Qué 10?”, le replicaron. “15”, respondió-. Siguió el Voto Latino, en la que invitaron a una chica a subir al entarimado; y desataron nuevamente la gritería entre los fans, para dejar claro que Más vale cholo, que mal acompañado.
Pero los Molotov son compartidos y no les interesa eso de la soledad, por lo que extendieron la invitación a la tarima a fans que pesaran “más de 110 kilos, porque vamos a quemar calorías”. El siguiente tema a interpretar fue Cerdo, pero antes de iniciar Micky preguntó: “¿Nos tomamos una foto (selfie)?”. Después de varios intentos fallidos, gritó: “¡Tienen que ajustar el teléfono, porque no cabemos! ¡Otro teléfono! ¿No tienen una pantalla de cine, una cámara de cine?”, cuestionó, desatando carcajadas entre el respetable. Los tres seguidores bailaron y se tomaron selfies y video durante la canción, que dio pie a Marciano.
Tras un breve descanso, la banda y sus músicos invitados regresaron para tocar Rastaman-dita -una canción que describe algo que “en otras épocas estaba permitido”, acotó la banda- en la que cerca de 20 mujeres del público fueron invitadas a bailar junto a los molochos, quienes aprovecharon para presentar a sus músicos invitados: Mauricio en la guitarra; Nemesio en las percusiones, panderos, cascabeles; Carlos Salas (músico de Illya Kuryaki & The Valderramas) en las percusiones; Alejandro Méndez, “en las otras percusiones”; Irene y Antonio, “los hermanos Gaitán, en las pinches gaitas”; el “you-tubero Luis”, en la tuba; el contrabajista Djordje Stijepovic (Tigger Army); Money Mark en los teclados; y Nahoko Kobayashi.
Entonces, los gritos de “¡Puto, Puto, Puto!” desde el área de butacas logró su cometido. Molotov complació a sus fans, no sin antes dejar en claro que “esta banda existe antes del tren del mame de todas sus chingaderas que están inventándose. La siguiente rola se llama Puto, antes de la homofobia… El que viene a ver a la banda es porque le gusta y no se va a sentir ofendido”, sentenciaron. Entonces, siguiendo al pie la letra: “el que no brinque y no reclame, el que no grite y eche desmadre”, y con el coro a todo pulmón, la banda y su público bajaron el telón.
Empero, la primera presentación de la banda capitalina en 2019 concluyó al ritmo del grito “Culero, culero, culero!”, impuesto por el respetable, pues pedía “otra”, pero su deseo no le fue concedido.
Por otro lado, el cuarteto informó que en el verano regresará con su show ‘desenchufado’, pues apartó los días 5 y 6 de julio en el Teatro Metropolitan. La preventa para clientes de una institución bancaria para estos conciertos será el 2 y 3 de febrero, y un día después se realizará la venta para todo el público.
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Molotov en pantalla grande vía Cinépolis