* Este viernes lanzan ‘Marauder’, su sexto álbum

 

Con su poderoso indie rock, Interpol saturó de energía uno de los recintos centenarios de la metrópoli mexicana: el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Sin más escenografía que las atmósferas creadas por los juegos de luces, la banda llevó al éxtasis a cientos de fans que lograron conseguir un boleto para alguna de las dos presentaciones con las que inició su gira para promover Marauder, su más reciente álbum, que saldrá a la luz este viernes.

En la segunda noche, el grupo neoyorkino no sólo presentó los dos sencillos de este material en vivo –The Rover, cuyo videoclip fue grabado en la Ciudad de México bajo la dirección de Gerardo Naranjo; y Number 10-, sino que incluyó otra pieza: If You Really Love Nothing, la tercera en aparecer en el show.

 

Foto: Paul Banks. Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

El entusiasmo se desbordó en el momento en que Paul Banks, Sam Fogarino y Daniel Kessler aparecieron en el escenario e iniciaron con un clásico: Not Even Jail. Así inició el hechizo. En el área de luneta, un fan, absorto, tocaba la batería -de aire- con el mismo ímpetu con el que Fogarino golpeaba los tambores de la suya. “¡Gracias!”, exclamó el vocalista al final de la pieza, lo que de inmediato desató el grito: “¡Interpol, Interpol!”, desde la primera fila, hasta la última en la galería del inmueble.

 

Sam Fogarino. Foto: Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

El furor siguió in crescendo con otro éxito: All The Rage Back Home, de su álbum El Pintor; y en seguida la canción de estreno, aquella con la que abre Marauder, una dosis más tranquila de post rock, en la que resalta la voz de Banks, quien lucía contento, igual que sus compañeros. Incluso la banda se tomaba su tiempo para probar sus instrumentos e iniciar una canción, lo que daba la impresión de dilatar el show, que al final pareció breve: 90 minutos.

 

 

Lo compacto del teatro ofreció el efecto de tener “muy cerca” a los músicos, casi al alcance de la mano desde cualquier asiento, lo que hacía más efusivas las respuestas de los fans conforme avanzaba noche. Llegó el tiempo del álbum Our Love To Admire, con los temas The Scale y Mamooth. Y después, las luces provenientes de los celulares del público -que agotó el boletaje (poco más de mil 300 lugares por concierto) en la preventa- iluminaron el inmueble, porque “it’s up to me now turn on the bright lights”. Era el turno de NYC.

 

Interpol. Foto: Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

“Muchas gracias a todos por estar aquí con nosotros. Ha sido un placer, siempre es un placer tocar en México”, dijo Banks, quien habló en español casi en todas sus intervenciones, antes de cantar The Rover, pieza en la que el guitarrista Daniel Kessler mostró sus mejores pasos de baile. Luces rojas, azules, además de humo y una esfera tipo disco, ayudaron a crear la atmósfera melancólica que Interpol imprime a sus canciones y en Take You On A Cruise, una de las coreadas, no fue la excepción.

 

Daniel Kessler. Foto: Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

Una bandera de México casi ondeaba al ritmo de la música en el primer piso, pues la chica que la sostenía no paraba de bailar en Roland, mientras Fogarino se lucía en su batería. Siguió Success, luego “un tema del nuevo disco, se llama Número (Number) 10”, expresó Paul; continuaron con Public Pervert, en la que Banks aprovechó para presentar a Brandon Curtis en los sintetizadores, Anywhere y NYSMAW.

 

Brad Truax. Foto: Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

Entonces, el poderoso ritmo de Slow Hands hizo saltar a decenas de sus asientos, y acompañar a Interpol con aplausos, coros, gritos, muestras de cariño que el vocalista agradeció cada que concluían una canción. Lo único que hizo volver en sí a la multitud fue la presentación del bajista Brad Truax. El final estaba muy cerca. Así lo anunció la breve salida de los músicos del entarimado. Y el llamado de los fanáticos hacia el grupo volvió desde diversas áreas del recinto: “¡Interpol, Interpol!”. Otros más, en un alarido, pedían “Specialist, Specialist”, pieza que nunca llegó a sonar en la noche.

 

Interpol. Foto: Cortesía Ocesa / Chino Lemus

 

Lights y la ansiada historia sobre Rosemary, Evil, volvieron a llevar al éxtasis a los convidados al último, de los dos esperados shows. Afuera del teatro, una hora antes, diversos seguidores del grupo luchaban por conseguir una entrada, ante la sorpresa que despertaba también la pregunta/grito de los revendedores: “¿Te sobran boletos? ¿Te sobran boletos? Te compro boletos.”

“¡Gracias, nos vemos pronto!”, dijo el vocalista antes de interpretar Obstacle 1, ante el asombro de muchos. El concierto, poderoso, de sólo 17 temas, llegó a su fin. Pero antes de perderse entre las sombras del teatro, Banks exclamó: “Hasta la próxima. ¡Son increíbles!”

 

Interpol. Foto @Ok_Tania

 

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