* Mientras Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminaban en la Luna, él orbitó el satélite
* “El Apolo ha sido la mejor nave construida por la humanidad”, escribió el astronauta
Actualización. El astronauta Michael Collins, quien fue piloto durante la misión Apolo 11, primera de la NASA que llevó al ser humano a la superficie de la Luna, falleció el miércoles 28 de abril tras una batalla contra el cáncer, informó la agencia estadounidense a través de su página web.
Pionero y defensor de por vida de la exploración, “como piloto del módulo de comando del Apolo 11, algunos lo llamaron ‘el hombre más solitario de la historia’, pues mientras sus colegas caminaban por la Luna por primera vez, él ayudó a EU a lograr un hito definitorio”, dijo el administrador interino de la NASA, Steve Jurczyk.
En ese momento, Collins sintió tanta soledad que pensó: así debió sentirse Adán en el paraíso cuando no había nadie más, señaló Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, refiere la plataforma universitaria UNAM Global.
En tanto, su familia destacó que Collins “siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final (el combate al cáncer), de la misma manera. También sabemos lo afortunado que Mike se sintió por haber vivido la vida que le tocó”.
El famoso astronauta nació el 31 de octubre de 1930 en Roma, Italia. Años más tarde se graduó de la Escuela Saint Albans, en Washington, DC., y en 1952 de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point. Fue piloto de combate y desde 1959 a 1963 sirvió como piloto de pruebas en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California.
También en 1963 se sumó al tercer grupo de astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y su primer vuelo fue como piloto de Gemini 10, una misión espacial de tres días, comandada por John Young, lanzada el 18 de julio de 1966, la cual estableció un récord de altitud.
Apolo 11: la hazaña, los problemas y el regreso a casa
Durante la misión Apolo 11 de 1969, Collins permaneció en órbita lunar mientras Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin Jr., alias Buzz, sus compañeros de tripulación, descendían a la superficie de la Luna en el módulo ‘Eagle’. El 20 de julio de ese año, ambos se convirtieron en los primeros hombres en pisar la superficie de otro cuerpo planetario, al tiempo que Collins orbitaba a 65 millas por encima de ellos.
A bordo del módulo de mando Columbia’, “dio 48 vueltas a la Luna, cada una en aproximadamente 50 minutos”, detalla UNAM Global. “Al principio, cuando sus compañeros viajaron en el ‘Eagle’ hacia el satélite terrestre, Collins estaba muy nervioso porque no los veía desde el ‘Columbia’, en cada vuelta trataba de ubicarlos y le dio cierta ansiedad, hasta que finalmente logró verlos y se tranquilizó. ‘No obstante, estaba muy emocionado, no dormía de la felicidad y estaba encantado’”.
En la plataforma universitaria se indica que “en el viaje del Apolo 11 surgieron algunos problemas: se descompuso el sistema de enfriamiento del Columbia y Michael recibió la orden de apagarla y ponerla en modo manual. Se negó, era un hombre muy obstinado y él mismo la arregló después de forcejear el sistema. ‘Era muy dedicado’.
“Finalmente, el Eagle regresó a la sonda Columbia sana y salva y aterrizaron muy bien en la Tierra. Llegaron unas lanchas con unos buzos y les pusieron trajes espaciales, porque en ese tiempo se pensaba que podrían traer bacterias de la Luna y estuvieron confinados por 21 días.
Antes de abandonar la sonda Columbia, Collins puso un grafiti que decía: ‘El Apolo ha sido la mejor nave construida por la humanidad’”.
En tanto, la NASA destaca que Collins “fue olvidado momentáneamente cuando la atención del mundo se centró en sus dos colegas. Sin embargo, al regreso de la tripulación y tras 16 días de cuarentena, las giras posteriores llevaron a una multitud a darles la bienvenida a casa”.
Armstrong, Aldrin, Collins y el entonces presidente de EU, Richard Nixon, firmaron la placa que dejaron los astronautas en la luna, en la cual se leía la leyenda: ‘Vinimos en paz para toda la humanidad’.”
Durante la misión Apolo 11, el también aviador registró 266 horas en el espacio. Además, se desempeñó como CAPCOM (comunidad en cápsula) para el Apolo 8, transmitiendo información entre el control de la misión y la tripulación. Asimismo, se convirtió en el tercer astronauta estadunidense en realizar un “paseo espacial”, informó la NASA en su sitio web.
El astronauta dejó la agencia espacial en 1970 y un año después se unió al Instituto Smithsonian como director del Museo Nacional del Aire y el Espacio, donde sus responsabilidades incluían la planificación y construcción de un nuevo edificio para el museo.
También de desempeñó como consultor independiente, ofreció conferencias y es autor de cuatro libros: Carrying The Fire (1974), Flying to the Moon and Other Strange Place (1976), Liftoff The Story of America’s Adventure In Space (1988) y Mission to Mars (1990). Además, recibió diversas condecoraciones y premios, entre ellas la Medalla Presidencial por la Libertad.
Para mayor información ve a www.nasa.gov, www.facebook.com/NASA y @NASA.
Family Statement on Passing of Astronaut Michael Collins pic.twitter.com/6OAw7CzFaz
— Michael Collins (@AstroMCollins) April 28, 2021
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