* Dave Gahan embelesó al público con sus movimientos de cadera
* Rinden homenaje a Andrew Fletcher, fallecido en 2022
* Graban el concierto porque será parte de un documental
Un solo movimiento de sus brazos bastó para que la multitud soltara un rugido. El frenesí, convertido en clamor, dio la bienvenida a Depeche Mode a tierra azteca. Emociones encontradas. Éxtasis mezclado con nostalgia. Furor que fue in crescendo a medida que surgieron, casi uno tras otro, los éxitos del ahora dueto británico en el Foro Sol en la primera de sus tres presentaciones en la Ciudad de México.
Ambos brazos al aire, agitándose de un lado a otro, simulando una marea, arroparon a Dave Gahan, vocalista de la banda, quien llevó a miles al éxtasis con sus contoneos a mitad de Enjoy The Silence, aunque desde el inicio del recital arrancó suspiros y fases como “I Love You!” y “Sensual Dave!” (estilo The Simpsons).
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En la pista atiborrada, en las gradas al límite, la rechifla era sonora. Treinta minutos después de la hora pactada, una gran M al fondo del escenario se empezó a iluminar. Entonces, Gahan, Martin L. Gore y compañía aparecieron sobre el entarimado, mientras una ovación llenaba todos los rincones de la Magdalena Mixhuca, para interpretar My Cosmos Is Mine, tema que abre su más reciente material Memento Mori, lanzado en febrero pasado, y que da nombre al tour. A la que siguieron Wagging Tongue y el clásico Walking In My Shoes, primera pieza en la que los miles unieron sus voces en una sola que sería la constante en los hits por venir.
Mientras las pantallas laterales proyectaban a los músicos, la central mostró una gran dosis de visuales, que combinados con las luces, dieron vida a un elegante show, que sedujo poco a poco a los 65 mil espectadores, según cifras de la empresa promotora, hasta sumergirlos en una mar de emociones a flor de piel. “¡Qué bonito!, ¡Qué bello!”, gritaba de vez en cuando una joven, quien aseguró que esta era su primera experiencia en vivo con la banda.
Desde el escenario, con un potente y nítido sonido, llegaban las notas de It’s No Good -que fue de las más coreadas y ovacionadas-, Sister Of The Night e In Your Room, que fue acompañada con un video de una pareja bailando proyectado en la pantalla central; mientras Dave Gahan, desde el proscenio, embelesó a los miles con sus giros y pasos de baile.
Tras de él, un par de guantes blancos anunció Everything Counts -en la que algunos sacaron los propios para replicar a los de la pantalla- seguida de Precious -en la que el respetable unió su voz a la de Gahan en el coro, a modo casi de sentencia: “things get damage, things get broken…“, mientras la imagen del vocalista era replicada en las pantallas – y Speak To Me, que fue acompañada de visuales de cruces.
Pocas fueron las ocasiones que el vocalista y líder de la banda lanzó frases breves hacia su audiencia, empero hizo gala de su dominio del escenario y, con sus movimientos de cadera y su poderosa voz, hechizó a la multitud, que respondió diligente a lo que el británico solicitaba con ligeros movimientos de brazos y lo arropó con trepidantes coros. En contraste, Martin L. Gore, casi sin moverse, cautivó con su guitarra y voz.
Un despliegue de tonos amarillos desde el escenario iluminó el Foro Sol mientras sonaba A Question Of Lust; y el respetable contestó con una cascada de luz de celulares desde las gradas y la pista mientras Gore interpretó Soul With Me -tras la cual fueron presentados Christian Eigner en la batería y Peter Gordeno en los teclados- a la que siguió Ghosts Again, sencillo que fue punta de lanza para la publicación de Memento Mori, primer álbum sin Andrew Fletcher en cuatro décadas.
Enseguida, Gahan arrebató alaridos de entusiasmo al aparecer sin camisa, sólo con su chaleco -negro en la parte de adelante y rosa en la espalda-, para interpretar I Feel You, pieza que animó a más de uno a dejarse llevar por el ritmo, el cual aumentó de velocidad y desbordó los ánimos en A Pain That I’m Used To.
Aunque después llegó uno de los momentos más emotivos acompañado de las notas de World In My Eyes, durante la cual una imagen de un joven Andrew Fletcher -el tecladista y fundador del grupo, fallecido en 2022- colmó las pantallas.
Entonces, el ambiente solemne se diluyó al ritmo de Wrong -en la que estremecieron los coros de Gore– y los miles volvieron poco a poco a la fiesta con la cadencia de Stripped. La noche se tornó naranja para dar la bienvenida a John The Revelator, pero aún faltaba llegar al clímax. Lugar reservado para Enjoy The Silence.
“¡Mexico City!” gritó Gahan al tiempo que levantaba una bandera mexicana, mientras las primeras notas de la pieza proveniente de su álbum Violator sonaban y el Foro Sol se transformó en un alarido, gritos de euforia, saltos y, después, un coro multitudinario, que arropó la voz de Martin y cimbró al recinto hasta los cimientos. Algunos trataron de seguir a Dave en el baile, otros apresuraban sus bebidas para aclarar la voz y cantar a todo pulmón. Tras la euforia y en medio de la conmoción, los británicos dejaron el entarimado.
“¡Oe, oe, oe, oe, De-peche, De-peche!, ¡Oe, oe, oe, oe, De-peche, De-peche!”, coreaban en la pista y en las gradas. Minutos después, los músicos volvieron para el cierre de la noche, que ofrecería otra postal de la devoción que los mexicanos le tienen a la banda fundada en los 80.
Waiting For The Night fue el umbral para el inicio del fin de un show espectacular. Al término de la canción, Dave y Martin se abrazaron, mientras el inmueble proseguía con el coro casi en un susurro. De pronto, un vuelco. La batería anunció Just Can’t Get Enough y el ambiente festivo volvió, el baile, los cantos, las ovaciones, las palmas, los brazos en alto. Fue en este tema que Gahan alargó el coro -“¡Ooooooooh!”- y bastó un solo movimiento de brazos para dirigir a la multitud en una sola voz.
Así llegó Never Let Me Down Again, seguida de Personal Jesus que, poco a poco, volvió a llevar al éxtasis a esos fans que “nunca los habían visto” -como aquella joven de las gradas- y, sobre todo, a aquellos que esperaron un lustro para verlos volver por sus bríos -tras la pérdida de uno de sus fundadores-. Entonces, Martin y Dave se fundieron en otro abrazo antes de despedirse del entarimado.
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La banda también se presentó el sábado 23 y el lunes 25 de septiembre en el mismo recinto. En la segunda noche aparecieron las canciones Home, Strangelove y Condemnation; mientras que en la tercera noche el espectáculo fue igual que el primero.
Cabe resaltar que el grupo filmó su primera presentación en tierra azteca, la cual será parte de un documental, lo que anunciaron antes de iniciar el show. Algo que animó aún más al público que, en gradas, no tardó en gritar y agitar los brazos a modo de saludo cada vez que un dron se acercaba.
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