Por Diana Rocha
Voy a empezar aclarando que creo que Caifanes es una de las mejores bandas que ha dado este país y sin embargo nunca los había visto en vivo… wow wow wow empecemos.
Abrieron con Será por eso y, desde ese momento, la gente no dejó de corear una sola canción. Después Viento, Aviéntame, Cuéntame tu vida, Mátenme porque me muero, Nubes, Antes de que nos olviden, Perdí mi ojo de venado, Los dioses ocultos, Quisiera ser alcohol, Nos vamos juntos, La negra Tomasa, Te lo pido por favor, La célula que explota, entre otras.
O sea que celebraron sus 30 años de carrera con todo: un Palacio de los Deportes sold out -según cifras oficiales 17 mil espectadores- con un público súper comprometido. La familia también tuvo lugar en el escenario y una mezcla de emociones difíciles de superar … imagino.
Como era de esperarse fue un concierto lleno de tintes políticos, recordando a los estudiantes del 68, a los estudiantes de cine asesinados en Guadalajara, a los 43, con un particular saludo a Carmen Aristegui y un discurso en general pidiendo unidad y esperanza, lanzando también un llamado al gobierno entrante de hacer mejor las cosas.
Sería difícil apuntar una rola que prendió más que otra, porque a mi parecer, a Saúl le coreó todo el concierto su público, que no paró un segundo. Por tal entrega, el cantante, al final del concierto, con las luces ya prendidas y con Imagine de Lennon de fondo, se arrodilló a mitad del escenario para agradecer toda la magia de esa noche.
Sorpresas de la noche … escuchar Héroes, de David Bowie, entonada por Saúl y que sonó bien el Palacio de los Deportes o por lo menos nos dejó vivir.
Afortunados aquellos que vieron nacer a Caifanes, los que han podido disfrutarlos en vivo y los que estuvieron la noche del sábado en el Domo de Cobre. En lo personal, me voy a quedar con el bello momento de escuchar de manera irrepetible Los dioses ocultos.