A cinco meses y 22 días del más reciente eclipse anular, que tuvo lugar el-14 de octubre de 2023 y que se pudo ver en el sureste de México, este lunes el norte del país podrá disfrutar de otro fenómeno que ocasionará que en los estados de “Sinaloa, Durango y Coahuila la luz solar se esfume del todo y que, durante poco más de cuatro minutos, se haga de noche en pleno día”.
Este 8 de abril, el fenómeno -en el que la Luna ocultará por completo el espacio que ocupa el Sol en el cielo- “será total e iniciará en el Pacífico; entrará a América por Mazatlán y de ahí subirá hacia Durango, Torreón, Cuatro Ciénegas y Monclova. Luego ingresará a Estados Unidos, seguirá hacia Canadá y saldrá por el sureste de ese para finalmente extinguirse en el Atlántico”
En la Ciudad de México, este evento astronómico se podrá observar de manera parcial e iniciará a las 10:55 horas, alcanzará su punto máximo a las 12:14 horas, cuando la luna cubrirá un 75 por ciento el disco solar, y concluirá a las 13:36 horas, con una duración total de 2 horas 41 minutos.
La secretaria de Salud de la capital del país, Olivia López Arellano, explicó que la observación segura de este suceso puede realizarse por medio de las transmisiones en televisión y redes sociales. Por ejemplo, la agencia Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) tendrá una transmisión vía Youtube, que aquí te compartimos:
También la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través del canal de Youtube de Ciencia Distancia y por TV UNAM en su canal 20.1 de televisión abierta.
El fenómeno astronómico también se puede disfrutar, explicó la funcionaria durante una conferencia de prensa el pasado 6 de abril, a través de lentes especiales con certificación ISO12312-2, recomendados por la NASA, y telescopios con filtros solares adecuados. Empero, aún con la protección requerida, “la contemplación no debe ser por más de 30 segundos y es muy importante dejar descansar los ojos al menos 10 minutos”.
Asimismo, remarcó que “no sirven los lentes oscuros, polarizados, ningún tipo de vidrio oscurecido, ver el reflejo en el agua y, sobre todo, en ninguna otra pantalla que podamos interponer entre nuestra vista y la observación directa…”, pues existe un “alto riesgo de tener una quemadura de retina y un riesgo de padecer ceguera”, precisó.
Otros eclipses totales en México
El primer eclipse del que se tiene registro “data del año 790, que fue reportado en el calendario de la cuenta larga Maya y está inscrito en este logograma de la estela del sitio maya Santa Elena Poco-Uinic, ubicado en Chiapas”, explicó la secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, Ofelia Angulo Guerrero.
“El siguiente fue en 1691, con este astrónomo, Carlos de Sigüenza y Góngora, que lo reportó desde los orígenes de lo que es hoy la Universidad Nacional Autónoma de México; y el que más conocemos, el de 1991, que se observó en su máximo punto en Nayarit, en aquella ocasión”.
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