Por UNAM Global

Cuando el biólogo Iván Sánchez regresaba a casa, al sur de la Ciudad de México, escuchó un silbido conocido. Le extrañó, pues ese sonido correspondía a una rana de la que no había registro en la capital. Al día siguiente, analizó el canto junto a su profesor y especialista en anfibios y reptiles, Uri García.

Esta es la historia de la expedición y el análisis que realizaron investigadores de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para identificar que se trataba de una diminuta rana viajera, también conocida como fisgona.

 

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