“Silencio Radio”: la batalla de Aristegui contra la censura

* El filme pone de manifiesto la resiliencia de Carmen Aristegui y su equipo ante los embates a su trabajo durante parte del sexenio de Peña Nieto

* La cinta se exhibe en salas de diversas partes de la República

Como “un sueño hecho realidad en medio de la peor pesadilla (la pandemia)”, describió la cineasta Juliana Fanjul la exhibición en salas cinematográficas -tras dos años de posposición- de su filme Silencio Radio, en el que muestra uno de los casos más escuchados de la era actual sobre la censura a medios de comunicación, que tiene como protagonistas a la periodista Carmen Aristegui y su equipo de trabajo, quienes sufrieron represión durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y que incluyó la suspensión de la transmisión en radio del noticiario de la comunicadora, lo que dio inicio a una batalla legal contra la censura.

Ese fue el detonante para que Fanjul decidiera volver a México – a donde había considerado “no regresar mientras (Enrique) Peña Nieto (estuviera) en el poder”- y filmar la situación que vivía dicho grupo de periodistas en ese momento. “Mi intención era documentar la batalla que Carmen había prometido dar y no estaba segura de qué ingredientes iban a constituirla, y por ende, a la película.

Sin embargo, “había la necesidad de acercarme y sentir que a través de la filmación pudiera ser testigo de los diferentes ataques que le vendrían, porque estaba convencida de que Carmen iba a seguir trabajando, publicando, ‘molestando’ -si lo podemos decir así- a terceros, y ellos iban a reaccionar”.

En 2015, cuando la comunicadora fue cesada de una radiodifusora en la que laboraba, la artista de la lente estudiaba en Suiza. “La censura a Carmen me pegó de forma muy particular. Había estado yo muy tocada por la desaparición de los 43 estudiantes (de la Normal Rural de Ayotzinapa) y de ver/saber el grado de violencia, tan terrible y terrorífica, que estaba golpeando al país. Creo que fue un poco la suma de todos estos ingredientes lo que me motivó a hacer algo. Quizás también un sentimiento de culpabilidad de estar lejos, en un país en donde se habita con una calidad de vida y una paz muy diferente a lo que se vive aquí y sentía una responsabilidad de hacer algo como mexicana.

“Soy consciente del poder que tiene una cámara, así como del potencial que puede tener una película documental, no sólo para generar debate y reflexión, sino también para hacer un gran trabajo de memoria, y creo que es necesario que en un país como México queden testimonios como estos grabados en algún lado para que generaciones del futuro los puedan ver, para que no se nos olvide lo que pasó ayer y no lo repitamos mañana”, abundó la directora de cine en entrevista con Entertainment SG.

A través de Silencio Radio, Juliana Fanjul pone de manifiesto la resiliencia de Carmen Aristegui y de su equipo ante los diversos mecanismos de censura -incluida la manera en la que fue sacada del aire y múltiples juicios legales- desplegados por sus opositores para acallar un espacio periodístico caracterizado por revelar actos de corrupción y abusos de poder del gobierno, al tiempo que muestra el carácter de la influyente periodista mexicana, su perseverancia, su carisma y su sentido del humor.

La realización del largometraje se llevó cuatro años, pues abarca desde el momento de la censura a la periodista (2015) hasta la elección presidencial de 2018. “La relación con Carmen y su equipo no se construyó de la noche a la mañana, pues había un momento de mucha tensión al inicio y poner una cámara a grabar cosas que en su momento tenían que ser confidenciales no parecía la mejor de las ideas.

“Sin embargo, con insistencia, paciencia, mucho respeto y transparencia se fueron abriendo diferentes puertas, nos fuimos ganando la confianza de ese grupo de periodistas y pudimos acumular muchas horas de material”, al que se sumaron archivos que estaban publicados en Internet y “que tenían que ver justamente con poner en escena a un personaje como Enrique Peña Nieto y tantos otros. Fue una labor muy larga, pero con gran entrega, pasión y responsabilidad”.

El estado de alerta en el que trabajaron Aristegui y sus compañeros en esos años también alcanzó a la cineasta mientras filmaba, lo que quedó registrado en el largometraje. “Cuando me aproximé a Carmen y al equipo éramos conscientes de lo que estaba pasando en México y cómo se le estaba atacando al grupo en particular. Entonces, lo que (hicimos) fue ser muy cautelosos y discretos con nuestra actividad. Hubo algunos incidentes que no pasaron a mayores, pero que existieron y por ello están narrados dentro del relato”.

Asimismo, “hubo situaciones complejas durante la filmación -explicó-, como el allanamiento de las oficinas de Aristegui Noticias, momentos duros, como el asesinato de alguien como Javier Valdez -también periodista-, en los que nos preguntamos cómo seguir, si hacerlo en las mismas condiciones, si había que reforzar medidas y, sobre todo, asegurarnos que todos los participantes estaban de acuerdo en continuar y eran conscientes de lo que estaba implicando realizar este trabajo”.

La cineasta explicó que la convivencia con este equipo de periodistas le hizo notar “el compromiso que hacen este tipo de reporteros, y tantos otros en México, por dedicarse a lo que quieren hacer. Son conscientes del valor que tiene el periodismo para la democracia del país y hacen compromisos enormes, se arriesgan y arriesgan sus vidas. Ser testigo de eso, de primera mano, me llevó a decidir hacer el homenaje completo… Que alguien, a pesar de estar amenazado, de estar vigilado y de todo lo que ello implica, decida quedarse a seguir haciendo su trabajo y publicar lo que considera que debe ser publicado… Me parece admirable que, a pesar de toda la presión y los ataques, continúen con esa entereza.

“Me interesó mucho poner en escena los testimonios de alguien como Rafael Cabrera y Juan Omar Fierro -quien comenta que él no está dispuesto a morir, porque nadie debería morir por hacer su trabajo-, porque ellos no se benefician de la visibilidad, de la popularidad que puede tener un personaje tan mediático como Carmen, pero están ahí, detrás, haciendo las investigaciones y son fundamentales para la labor y el éxito del equipo”.

Aunque el caso de Carmen Aristegui se ha convertido en uno de los más mediáticos de represión a la prensa, no es el púnico en México, considerado el país más peligroso para ejercer periodismo en América, según la organización Artículo 19. Según con el informe Ante el silencio, ni borrón ni cuenta nueva (2019), “tan solo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se registraron dos mil 502 agresiones contra la prensa”, detalla la distribuidora de la cinta en un comunicado.

Ante los ataques y homicidios de periodistas que ha habido en el país, la cineasta, por su parte, señaló que “el periodista no tiene por qué ser la nota, salvo en situaciones como las que vivimos en México, en donde se les ataca, se les agrede, se les asesina, Si ellos mismos no van a poder ventilar o visibilizar estás problemáticas, entonces, de qué se trata.

“En ese sentido, mi intención de poner una luz a una problemática se inscribe en la necesidad de que, si no lo pueden hacer ellos mismos, entonces lo hacemos nosotros, no digo los cineastas, pero la sociedad civil. Tenemos que actuar también para que se conozcan esos nombres. Cuando un periodista está amenazado, tratar de hacer ruido para que se le dé un sistema de protección y para evitar, o en todo caso, intentar alertar de que hay un peligro inminente ahí e idealmente poder revertir algo que podría ser fatal.

“De lo que se trata es de poner el foco de atención en una problemática que es urgente y motivar al diálogo, a la discusión para que nos volvamos más activos y protejamos nosotros mismos, como sociedad, a nuestros periodistas que hacen una labor fundamental para nuestra propia democracia”.

Te compartimos el listado de salas donde puedes ver Silencio Radio, no sólo en la Ciudad de México, sino en algunas entidades de la República Mexicana: