A 27 años de su debut, el icónico Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino celebra este fin de semana su vigésima quinta edición en el Estadio GNP, a través de los cuales “se ha confirmado como un caso de integración ciudadana”, destacó su director Jordi Puig, pues este encuentro “es lo contrario a la polarización, y este es un concepto importante”, ya que “bajo ese manto de la música convivimos y nos mezclamos grupos muy disímbolos”.
Durante más de dos décadas, el maratón musical se ha convertido en “un ritual que une generaciones, culturas y géneros, a través del lenguaje universal de la música”, detalló la empresa promotora en un comunicado, pues -explicó Puig-, “ha sabido madurar renunciando a lo ortodoxo”.
Los organizadores “supimos crear un andamiaje, una estructura que su corazón es la actitud del rock, pero hemos sabido abrazar cualquier tipo de género y lo único que hace eso es enriquecer” el evento; y que, el entusiasmo que generó en su primera etapa “lo que ha provocado es la existencia de muchos festivales en México y en la región”, agregó.
Este año, además de festejar su cuarto de siglo, ‘El Vive’ – como le llaman sus asiduos asistentes- celebra su regreso a casa, luego de que su edición en 2024 tuvo que llevarse a cabo en el Autódromo Hermanos Rodríguez. “Nos gustó, nos la pasamos bien, pero el Vive Latino se siente bien en el estadio (antes Foro Sol). Entonces, ahora como Estadio GNP volvemos a casa a disfrutar ahí donde lo hemos hecho tantos años”.
Un cuarto de siglo de historia
Consolidado como el “festival más trascendente de México”, el Vive Latino surgió en una “junta de programación en Ocesa” hace 27 años, explicó Puig en conferencia de prensa, en la que se trató el tema “del rock, los conciertos de rock y puntualmente el rock en español”, cuando fue cuestionado sobre porque no hacía “más conciertos de estos. Y la verdad es que yo les dije: ‘honestamente no estoy seguro de cuántos grupos de rock en español pueden llenar teatros o auditorios’. Entonces, fue ahí donde Alejandro Soberón (director de Ocesa) me dijo: ‘pues ponlos juntos’. Ese fue el momento preciso de concepción” de este encuentro musical.
“Ahora, 25 años después. 27 para ser exactos, me doy cuenta que (…) este festival y este movimiento ha(n) sido posible(s), porque en ese momento ya había un gran grupo de personas con la misma inquietud creativa. Es decir, el movimiento de rock en español ya estaba efervescente en las calles, ya los clubes de la Ciudad de México se llenaban, se nutrían de programaciones increíbles. Quizás, no lo teníamos tan claro los que estábamos enamorado(s) de esto, pero ya todo estaba predicho, ya existía con mucha fuerza, la verdad”, explicó.
En su primera edición, contó con dos escenarios, en los que, los días 28 y 29 de noviembre de 1998, actuaron 42 bandas, entre ellas: Aterciopelados, El Gran Silencio, La Lupita, Los Esquizitos, Molotov y Las Víctimas del Doctor Cerebro, quienes vuelven a la edición del cuarto de siglo, cuyo line up consta de más de 60 agrupaciones, entre las que destacan: Foster the People, Los Ángeles Azules, Scorpions, Cuarteto de Nos, Keane, Mon Laferte, Porter, Rüfüs du Sol y Sepultura, entre otros, que desfilarán por cinco escenarios: Amazon, Amazon Music, Telcel, Carpa VL, Carpa Intolerante.
Tras la rehabilitación del hoy Estadio GNP. “hacemos un par de cambios” en cuanto a la disposición de los proscenios. “La Carpa Intolerante, esa que se ha mantenido por muchísimos años en el festival y es la que muestra casi todas, o la mayoría de las propuestas emergentes en el (encuentro) la cambiamos hacia un campo de futbol que está en el acceso” al maratón musical, “con el objetivo de darle más espacio, más tiempo, hacer una carpa más grande y que se disfrute aún mejor. Eso hace que la Aldea Musical, que era lo que vivía en ese espacio, se mueva atrás de la ex curva peraltada del estadio”.
También “están las actividades que nos gustan, que disfrutamos”, como la Casa Comedy, “que ya es una tradición en el festival (y) la Lucha Libre”; así como una amplia oferta gastronómica para todos los gustos y necesidades de los asistentes, zonas de comida y descanso cómodas, una distribución de barras con bebidas y mixología por todo el venue, y la zona de Mercadillo.
Un tributo…
En esta edición, el festival rendirá homenaje a uno de los grandes de la música en español: Pau Donés, el alma detrás de Jarabe de Palo. “En lo personal, es alguien que me sigue acompañando en muchos de mis pensamientos y en mi carrera profesional. Sus canciones vistieron y alegraron el festival más de una vez”, declaró Puig.
Así, la banda que compartió años de música y amistad con Pau será la encargada de interpretar clásicos como Depende, Agua, Bonito, El Lado Oscuro y, por supuesto, La Flaca. Este acto “contará con la participación de varios intérpretes especialmente seleccionados por la banda, para dar nueva vida a estas joyas musicales”, detalló la empresa promotora.
Es así que el Vive Latino está listo para generar nuevos recuerdos en compañía de “todos los que nos han acompañado todos estos años”, pero también, agregó su director, da la “bienvenida a los que asistirán por primera vez”.