Historia de un disco perfecto…
(En palabras de sus creadores)
Cuando nos planteamos el segundo disco teníamos a nuestro favor muchas cosas. Habíamos conseguido tener un exitoso primer trabajo, apoyado constantemente por gente que creyó en el proyecto. Pisamos escenarios de todo el país y varios de Estados Unidos y Latinoamérica, conociendo un público generoso con Playa Limbo y que poco a poco se fue identificando con nuestra música. Vinieron también reconocimientos que siempre apreciaremos.
Logramos otro sueño más como era obtener un Disco de Oro, nuestro álbum se editó en Estados Unidos, fuimos nominados a los Premios Oye y acabamos por tener tres de nuestros sencillos en primer lugar, grabar cinco video-clips, una canción interpretada por nosotros como tema principal de telenovela… En fin, mucho, muchísimo mas de los que nos hubiéramos imaginado.
Pero todo esto nos dejaba también una deuda con el público, con nuestro equipo de trabajo, con nuestros managers y con nuestra compañía de discos. Con toda la gente que había confiado en nosotros. Una deuda y un reto. Hacer un disco que fuera perfecto. Un disco donde se pudieran encontrar canciones, historias, recuerdos de todos esos momentos vividos y que llevaran por supuesto nuestro sello, nuestra esencia.
Necesitábamos tres cosas: Canciones, buenos productores y un lugar mágico donde grabarlo. Las canciones llegaron como siempre llegan. Con muchas horas de trabajo juntos en el estudio de Jorge, donde volvimos a recordarnos como antes de emprender este sueño, igual de emocionados, igual de ilusionados.
Los productores tenían que ser alguien en nuestra misma sintonía, “de nuestro mismo planeta” que entendieran nuestra música, compartieran nuestros gustos y que tuvieran una carrera amplia que los avalara. Sin duda en el primer minuto de nuestras primeras conversaciones con Nacho Mañó, productor, bajista y arreglista de Presuntos Implicados, Mecano, Niña Pastori, entre otros, supimos que era él la persona adecuada, posteriormente pensamos en de nueva cuenta trabajar unos temas específicos con el productor y compositor Armando Avila quien ha producido a La Quinta Estación, Luis Fonsi, Carlos Baute, Belinda, (10 para las 10 Playa Limbo) entre muchos más.
Así que empezamos a hacer las maquetas de un total de hasta 20 canciones, en el periodo de marzo, abril y principios de mayo, para irnos a finales del mismo con trece canciones y una versión, “Historia de un amor”, rumbo a España por un mes y medio. Prácticamente todo el álbum se grabo en el estudio de Nacho en Valencia, España, logrando una esencia mediterránea que le dio el toque fresco que buscábamos nuevamente para este disco.
En ese tiempo vimos como las canciones iban tomando forma día tras día. La preproducción de Jorge ya anticipaba unos arreglos dinámicos a las canciones a la vez que la frescura que perseguíamos y Nacho Mañó entendió eso, respetándolo y a la vez imprimiendo su sello y su elegancia. Servando estuvo impecable en la grabación de las baterías, sorprendiendo por su precisión y estilo; Ángel disfrutó de grabar al lado de uno de los bajistas y músicos que más admira; Jorge tuvo la oportunidad de desplegar todo su talento en pianos y Hammonds y por ultimo, María puso a todo el mundo con la piel de gallina al cantar de un modo que demuestra porque es una de las cantantes más carismáticas, técnicas e interpretativas del momento, en el panorama pop mexicano.
Enrédame, muero de ti, mar soledad… Tardes de sentarnos al lado de una buena botellita de vino blanco, respirando las fragancias del sol mediterráneo, disfrutando las melodías de los temas, corrigiendo los textos, que fueron revisados por Nacho Mañó, tan versátil, tan generoso…
Al fin, un día teníamos casi el disco completo y aunque quedaba todavía la perfección de las mezclas de Oscar Vinader, siempre supervisado por Jorge Corrales y por supuesto por Nacho Mañó, cuando se empezaron a filtrar los primeros cortes supimos que un disco perfecto es aquel que cuando lo escuchas terminado, sientes que es imposible que lo pudiéramos hacer mejor, por que le imprimimos todo nuestro amor, todo nuestro esfuerzo, toda nuestra energía.
La gente que conocimos allí, Manu y Jorge en el proceso de grabación, Vicente Mañó y Sergio con sus voces, Pablo ese excelente guitarrista….Y por supuesto el honor de haber conocido a Gisela Calfat, que no sólo nos dejo un poquito de su arte en voces y armonías sino que además nos agasajó con su hospitalidad y su ternura.
Regresamos a México emocionados y ahora tocaba el turno de nuestro amigo Armando Avila con el cual hacemos una equipo perfecto, con él compusimos tres temas, él mejor que nadie sabe lo que nos gusta y siempre consigue el sonido perfecto y diferente para nosotros.
Todos ellos son protagonistas de esa vibra que sólo gente con el talento y calidad humana son capaces de destilar, y que dejaron su huella en este disco que muy pronto tendr&