{mosimage}Con ese gesto la poeta arrancó del público una ovación y gritos de “Maldito Calderón” y “Puto Gobierno”, mientras una pancarta con la leyenda “No más sangre” destacaba a lo lejos. El tema también fue ofrendado a los cuatro menores encontrados muertos en la población de Tapijulapa, municipio de Tacotalpa, Tabasco, la semana pasada. “Leímos esas noticias hace unos días”, declaró.
Ese momento se convirtió en el más emotivo del concierto de la también conocida Madrina del Punk, que ligado a su tema People Have The Power, provocó que los más de tres mil asistentes reunidos en la explanada del recinto alzaran el puño en alto. “No lo olviden, usen su voz”, concluyó.
Un día antes, en conferencia de prensa la cantante declaró que si bien conoce el problema de violencia por el que atraviesa México, ve a los mexicanos como personas aguerridas, “como estadounidense no tengo una imagen de su país como un lugar de víctimas, sino de gente que es fuerte, que pelea, que grita y que lucha por sus derechos”.
{mosimage}Smith inició su recital con Dancing Barefoot, Space Monkey, Redondo Beach y Free Money, en las que sus saltos y su baile combinados con los coros del público provocaron que la artista rompiera en llanto sin parar de sonreír. “Estoy feliz”, declaró más adelante.
Así fue como la también poetisa y fotógrafa debutó en nuestro país, con un lleno total en la explanada del museo, en donde ni la lluvia ni el viento hicieron estragos en los fanáticos de todas las edades, muchos ya en la sexta década de su vida bailando, aplaudiendo y gritando cual veinteañeros en un concierto de rock. La bienvenida que le ofrendó su público, provocó que Smith detuviera el show en algunas ocasiones para calmar su conmoción.
{mosimage}Menos frenético, pero más intenso, Smith dedicó el tema Ghost Dance “para Diego Rivera y su gente”. No sería el único, pues algunas canciones después ofrendó Because The Night a los artistas mexicanos que la han influenciado, según dijo en conferencia de prensa, “Frida (Kahlo) y Diego (Rivera)”, lo que desató la euforia de los fanáticos que concluyó en un coro multitudinario y con ella lanzando besos al aire, aplaudiendo a su audiencia.
Entonces la cantante tomó la guitarra y, acariciándola para apenas hacer perceptibles sus notas, rememoró su primera visita al país y sus paseos por el centro del DF. “En 1967 vine a la ciudad de México…”, que ligó rápidamente al tema My Blakean Year. Pero el público no paró de gritar “¡Mercy!, ¡Gloria!, ¡Horses!”. Quería esas canciones, aunque no todas llegaron.
Sin dejar su guitarra, Smith inició Beneath The Southern Cross mientras recordó al escritor y poeta Roberto Bolaño; pero segundos después se interrumpió. “Lo siento, lo siento. Siento mucha emoción”, casi al borde del llanto.
{mosimage}Llegaron With Tree, Pissin In The River y, por fin Gloria, que puso a bailar a todos. Por el recital también desfilaron los recuerdos de la banda Television, del desaparecido bar neoyorkino CBGB’s, y Adam Yauch, de Beastie Boys; y los temas Wing y Rock and Roll Nigger.
“Visite México muchas veces, pero este es mi primer concierto aquí. Ojalá nos inviten otra vez”, dijo Patti Smith, y la ovación en el museo, al que invitó a visitar porque “estar en su interior es sagrado”, se desató.
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