Después de “Sherlock Holmes”, el director Guy Ritchie y Jude Law vuelven a trabajar juntos para celebrar la fragancia Dior Homme. El dúo obtuvo carta blanca y propone un cortometraje audaz, a imagen del perfume, rodado en 35 mm. Antes de que el corto se estrene en los cines en septiembre, las primeras imágenes serán reveladas en teasers y posteriormente en el trailer. Por su parte, la versión integral podrá verse a partir del 6 de septiembre en www.diorhommeparis.com

Peter Lindbergh siguió toda la intriga. El célebre fotógrafo de moda, apasionado por el cine, admirador de Fritz Lang y de Jim Jarmusch, supo llevar la campaña de Dior Homme hacia un {mosimage}universo cinematográfico.

No se contentó con capturar la intensidad y el encanto del actor, Jude Law, sino que además supo reproducir el universo dramático y la tensión de la película.

Interior – Noche. En una habitación del lujoso hotel Plaza Athénée suena un teléfono. “Sabes quién soy…”. “Yo sé quién eres…”. Primer plano. La cámara apunta a nuestro héroe. Se ha escogido una luz intimista y cálida, con reflejos ambarinos, para marcar el refinamiento intemporal de este palacio parisino. Los diálogos misteriosos hacen referencia al cine negro de los años ‘50.

También hay una mujer rubia, de estilo hitchcockiano. Es enigmática y sofisticada, esa belleza intemporal ayuda en la elección de su indumentaria, hasta en los zapatos y los gemelos. Lejos de estar a su merced, ella es la rival de este héroe complejo y diferente.

Es imposible no reconocer el toque de Guy Ritchie en el humor y en la forma de subvertir los estereotipos con clase e impertinencia, para hacer eco al perfume Dior Homme. Un juego de seducción lleno de sutilezas y contrastes, brillantemente encarnado por Jude Law.

{mosimage}Sensualidad y masculinidad, una mezcla plena de audacia y de refinamiento que nace de la asociación del iris y la madera de cedro. Una reinterpretación de un iris masculino, única y terriblemente moderna, que convierte a Dior Homme en una etapa importante en la historia de la perfumería masculina.

Bruscamente, el héroe deja la habitación del hotel, se abalanza sobre su cabriolé vintage y afronta los muelles de París. Su estilo, su libertad, nos hacen pensar en la nouvelle vague.
¿A dónde va? Lo envuelve el misterio. El suntuoso coche pronto se detiene en la Plaza del Trocadero, con su arquitectura gráfica y poderosa que recuerda las líneas del frasco y el espíritu alta costura de Dior Homme. 

Allí está la heroína, con su cabellera rubia oculta bajo un amplio sombrero, vestida con un trench elegante. Plano fijo de ella. El héroe se encuentra a pocos metros. La tensión llega a su máximo nivel, la imagen de duelo es digna de un western. Travelling hacia adelante. ¿Se enfrentarán?

Se observan inmóviles; de repente, ella respira el efluvio de un perfume familiar. El suyo, él lleva Dior Homme. ¿Qué pasará ahora? ¿Es un juego peligroso, o una simple cita seductora?

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