El primer sencillo, “Dancing On My Own”, heredero desgarrador de “With Every Heartbeat”, llegó al top 10 en el Reino Unido, mientras que todos, desde Pitchfork a la BBC, The Guardian a Stereogum, le han otorgado efusivos elogios (y un gran número de estrellas) a este álbum. Es justo decir que muchos estaban esperando ansiosamente la segunda parte, y no se van a sentir decepcionados.
BODY TALK PT 2 ofrece un ejemplo aún más claro de las proezas pop de Robyn: 8 canciones que cristalizan su preocupación por la repetición hipnótica, beats con propulsión, estribillos pegajosos y letras que muestran el tipo de descarada vulnerabilidad emocional que sólo viene con una verdadera confianza en sí mismo. BODY TALK 2 es una prueba más de que la comprensión y el amor de Robyn por la música pop es tanto un aspecto intrínseco como algo completo.
Como describe de una manera sucinta Sasha Frere-Jones en el New Yorker: “(Robyn) es muy hábil para la producción de un pop tan agradable y accesible que, como una especie de aleación de grafito, es ligero pero fuerte y capaz de llevar tanto humor como un peso emocional. Sus ocasionales referencias líricas tanto al empoderamiento como a la independencia son probablemente lo que el feminismo se supone que debe parecer en 2010”. Como Robyn misma ha dicho en el NME: “Creo que es imposible para un ser humano cuerdo no tener una perspectiva feminista del mundo”.
Esta perspectiva, combinada con lo que la cantante sueca describe como “canciones generadoras de endorfinas”, está en el corazón de BTpt2. “In My Eyes” – la canción que abre el álbum – muestra a Robyn reavivando su relación con su colaborador Kleerup (“With Every Heartbeat”) para producir una introducción soñadora que ella describe como “Hablando conmigo misma, tratando de capturar exactamente cómo me siento acerca de mi vida ahora”. Sin embargo, al escucharla cantando “I know you think it’s better on the inside with them, you’re better off outside looking back in”, es difícil no pensar en la eterna posición de Robyn como una extraña indiferente en medio de una multitud de estrellas del pop vacías y prefabricadas.
La siguiente es “Hang With Me”, que hizo su debut en BTpt1 en versión acústica. Esta vez se reafirma gracias a una pista de acompañamiento llena de ritmo cortesía de su colaborador de muchos años Klas Ahlund (Robyn, Body Talk Pt 1). El track número 3, “Love Kills”, es el resultado caprichoso de una colaboración con el dúo sueco de techno-pop Savage Skulls, en donde se le advierte a cualquier romántico que esté por ahí “If you’re looking for love, get a heart made of steel, ‘cause you know that love kills” (pero, siendo ella misma una romántica, no puede dejar de agregar la advertencia: “until that one kind soul reveals itself”). Mientras tanto, “Criminal Intent” presenta a Robyn de vuelta en el territorio familiar del rap-pop rudo y sarcástico con letras que sirven como un recordatorio de lo formidable que es como cantante. La pista también la ve haciendo equipo, una vez más, con Klas y Diplo, cuyos numerosos éxitos como productores (MIA, Major Lazer) incluye estar jugueteando con las perillas en el brillante y lánguido reggae-pop “Dancehall Queen”, en BTpt1.
Es típico de Robyn que una colaboración entre ella y un rapero de seriedad como Snoop Dogg, sería el quie estaría fuera de su hábitat natural y obligado a mantenerse al día con la inclinación de la cantante por subir el nivel de los BPM. “When in Rome I sat down with the Romans, said we need a black Pope and she better be a woman,” son las inmortales líneas que ella ofrece a cambio de los “Ooh-ee!” en “U Should Know Better”. Su última colaboración surgió después de Robyn remezcló las canciones de Snoop “Sexual Eruption” (la original) y “Sensual Seduction” (la versión alternativa). “Es un tipo inteligente. Sabe cuándo se topa con algo bueno y está abierto a cosas nuevas. Le gustaba lo que estaba haciendo, por lo que tomamos algo de tiempo de estudio en Los Angeles. ¡Yo estaba impresionada! Pero todo las que quería que fuera, lo era”. “Esto incluyó, dice Robyn, que el rapero llevara zapatillas de baño durante toda la grabación.
“Include Me Out” ve a Robyn una vez más el papel de la estrella del pop de la gente, aquella que da un grito a los transexuales y a las abuelas por igual. “It is really very simple”, dice una voz de computadora al principio de esta triunfal joya electro-pop, “just a single pulse repeated at a regular interval