* “Es un poco de aire fresco en estos momentos tan difíciles”: Pelayo

 

* El 20 de noviembre iniciará su exhibición en el circuito de la Ciudad de México

 

* Destacan una cinta sobre Luis Buñuel y otra basada en un libro de Roberto Saviano, autor de “Gomorra”

 

La 68 Muestra Internacional de Cine arranca este fin de semana en la Cineteca Nacional con la presentación de filmes que han participado en Cannes, en la Berlinale e incluso en los Premios Oscar. Tras meses de retraso en su exhibición, debido a la pandemia por Covid-19, la oferta tendrá un espacio en el complejo de Xoco hasta esta el 30 de noviembre.

El festín cinematográfico “va a ser muy interesante”, pues “nos da un panorama muy amplio de la producción cinematográfica de mayor calidad en el mundo, con películas de China, Francia, Portugal, Rusia, Brasil, Suecia, Alemania; y con directores de la talla de Ken Loach, que ya es un amigo de estas muestras y de la Cineteca; así como el francés Bruno Dumont, Robert Guédiguian, y un clásico de Jean-Luc Godard”, expresó Alejandro Pelayo, director del complejo cultural en videoconferencia.

“La Muestra es un poco de aire fresco en estos momentos tan difíciles, son películas muy interesantes y vale la pena que venga a verlas”, animó el funcionario. “la única forma de volver a la normalidad es haciendo nuestras cosas, pero siempre con el mayor cuidado posible, conservando y cuidado todos los asuntos de nuestra salud”.

El maratón fílmico está compuesto por 14 largometrajes, que son “de temas totalmente diferentes, pero que tiene la posibilidad de presentarle a los espectadores tradicionales de este maratón fílmico que es lo que se ha hecho durante 2019 en materia de cine”, abundó el director de programación y difusión de la Cineteca, Nelson Carro.

Entre los materiales destacan Buñuel en el laberinto de las tortugas, que abre el encuentro. Dirigida por Salvador Simó, es una cinta “singular, porque es de animación y que adapta una novela gráfica de Fermín Solís” y narra el proceso cómo el cineasta Luis Buñuel rodó su segunda película, el documental Las Hurdes. Tierra sin pan, “una historia de amistad, un episodio fascinante de la historia de cine y un viaje donde Luis se convierte en Buñuel”.

En 1930, en la ciudad de París, el cineasta español, junto a Salvador Dalí, es una de las principales figuras del movimiento surrealista, pero ve como se le cierran todas las puertas después del escandaloso estreno de su cinta debut La Edad de Oro. Sin embargo, su buen amigo, el escultor Ramón Acín, compra un billete de lotería y le hace la promesa de que si gana, pagará el documental que su amigo quiere rodar en una de las regiones más pobres y olvidadas de España: Las Hurdes.

La suerte está de su lado. El billete gana la lotería de Navidad y su amigo mantiene su promesa. Así se aventuran a realizar el documental antes mencionado, de 27 minutos. “La idea era sencilla, retratar Las Hurdes (Extremadura, España) para mostrar al mundo la pobreza en la que vivían los habitantes de ese lugar tan alejado del todo, pero la filmación no fue tan simple”.

El trabajo de Simó muestra como “el talento de Buñuel se revela para buscar desesperadamente más allá de lo que pueden ver sus ojos, más allá de la realidad y de lo que puede filmar”. El material tuvo una buena repercusión en los festivales internacionales y “de alguna manera se liga con la exposición sobre el director de cine español que continúa en Cineteca y que va estar todavía los últimos meses del año”, abundó Carro.

Otro de los largometrajes es Pirañas: Los niños de la Camorra (Italia, 2019), ópera prima de Claudio Giovannesi, que lleva al espectador a un escenario criminal, al retratar a una joven generación dispuesta a traficar don drogas, robar y matar para ser parte de un mundo capitalista. Los chicos se aman como una familia, sin temer a la cárcel o la muerte y experimentan la violencia con la volatilidad de la adolescencia, aunque sus actividades criminales los lleven a sacrificar el amor y la amistad.

Un escalofriante relato sobre cómo la violencia y la delincuencia en los entornos más cercanos envuelve a los menores -niños y adolescentes-, quienes se adhieren rápidamente a esa forma de vida en busca de “poder”.

El filme, basado en la novela de Roberto Saviano, autor de Gomorra y presentado en el festival de Berlín, “Narra una historia de la mafia en Nápoles, en la que los mafiosos son niños pequeños, algunos apenas llegan a la adolescencia y cómo deciden aprovechar los espacios vacíos y su conocimiento del medio para generar una organización verdaderamente poderosa”, detalló Carro, quien señaló que “vista en el contexto mexicano, es una cinta que también puede llevar a reflexionar sobre nuestra realidad”. 

Asimismo, entre las cintas de los cineastas reconocidos, está Juana de Arco (Francia), 2019) es otra de las películas que sobresalen. En el siglo XV, tanto Francia como Inglaterra reclaman el trono francés. Creyendo que Dios la ha elegido, la joven Juana de Arco dirige al ejército del rey de Francia hasta ser capturada por la iglesia y enviada a juicio. Negándose a aceptar las acusaciones por herejía, permanecerá fiel a su misión y a sus convicciones.

Dirigida por Bruno Dumont, revisita la figura histórica combinando géneros y donde la puesta en escena radical es parte importante para romper al cine más convencional. Secuela narrativa de Jeanette: La infancia de Juana de Arco (2017), la película continúa la historia de la heroína francesa desde un estilo definido por actuaciones hiperexpresivas, una puesta en escena radical y momentos de belleza poética. El resultado es un filme cuya potencia emocional recae en la furiosa inocencia de una protagonista enfrentada a los poderes fácticos.

También el clásico Vivir su vida (Francia, 1962) de Jean-Luc Godard, “último sobreviviente de la nueva ola francesa y que todavía, a los 90 años, se mantiene en activo”. Expresó Carro. Inspirado en un libro gráfico de 1959 que intentó retratar las generalidades de la rendición económica y explotación dentro de la prostitución parisina, el filme se compone de 12 capítulos que dan cuenta de los pasos de Nana, joven actriz amante del cine, cuyos deseos de libertad y éxito se ven truncados por el abuso que un grupo de hombres hace sobre su situación económica.

“Es una reelaboración muy libre, como siempre en Godard, sobre Nana, que a su vez es una reflexión sobre la situación existencial y económica de la mujer francesa en los años 60”, explicó Carro. “Para los amantes de Godard, es una película fundamental e incluso creo que para los que no son especialmente amantes de Godard, podrán disfrutar de este clásico restaurado de 1962”.

Por otro lado, el veterano Ken Loach regresa a la Cineteca con Lazos de Familia (Reino Unido, Francia, Bélgica, 2020), en el que examina a la clase trabajadora de Inglaterra atravesada por las recientes crisis económicas mundiales que no permiten, ni siquiera, tomar las riendas de un negocio propio. Retrata “la situación de un repartidor freelance, no es un empleado de empresa, sino que cobra por lo que reparte y por su desempeño, y cómo eso lo lleva a una situación extrema”, dice Carro; “creo que al igual que la película de Guédiguian –Gloria Mundi– demuestran la situación terrible en la que se encuentra el mundo actual, sobre todo, en las cuestiones para los trabajadores con menores ingresos e incluso para clases que no son tan bajas”. 

“Hay una película china”, Hasta Siempre Hijo Mío (2019), de Wang Xiaoshuai, “que narra las últimas décadas, prácticamente más de 30 años, en la historia social y económica del gigante asiático, centrada en la historia de dos parejas. Es un retrato ambicioso, extenso, donde explica mucho de lo que ha sucedido en la China de los últimos tiempos, con todos estos cambios políticos y económicos, muchas veces difíciles de entender desde fuera”.

El director de programación y difusión de la Cineteca también señaló que “hay una serie de películas que están dirigidas por cineastas que no son especialmente conocidos, jóvenes, pero cuyas obras han tenido una gran repercusión en los festivales internacionales recientes y una muy buena respuesta de los espectadores”, tal es el caso de Al Final Bailamos (Suecia-Georgia-Francia, 2019), de Levan Akin, “gira en torno a una relación homosexual entre bailarines de un grupo de danza georgiana. La película tiene un gran mérito, ambientar esta historia en un país donde la homosexualidad está totalmente reprimida. Circuló en muchos festivales”.

Otra es Cicatrices (Serbia-Eslovenia-Croacia-Bosnia y Herzegovina, 2019) que sigue la ardua búsqueda de una madre que evidencia las heridas abiertas de la Guerra de los Balcanes y la impunidad que rodea el robo de infantes en hospitales. “Es una suerte de thriller con contenido social y político”.

La 68 Muestra Internacional de Cine está disponible hasta el último día de noviembre, con una dinámica de exhibición de cada cinta durante 6 días, con dos funciones diarias, en la Cineteca Nacional, donde “seguimos trabajando al 30 por ciento (de aforo) y la última función es a las 20 horas”.

Las limitaciones de espacio obligaron “a hacer un cambio, para no empezar las funciones tan temprano, una especie de reorganización de las películas. A partir de las 12 horas empiezan las funciones en algunas salas y después pasan a otra, para poder terminar en el horario establecido”, explicó Carro.

En tanto, del 20 de noviembre al 15 de diciembre se exhibirá en el circuito de la Ciudad de México: Cinépolis (Diana, Plaza Carso y Samar); Cinemex (Reforma, Pabellón Polanco, Durazno, Altavista e Insurgentes) así como Cine Tonalá y la Casa del Cine. El circuito nacional se realizará hasta 2021.

Para mayor información sobre la Muestra o la Cineteca Nacional ve a www.cinetecanacional.net, www.facebook.com/CinetecaMexico y @CinetecaMexico.

 

 

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