* La banda se dijo “orgullosa” de sus fans, personas tolerantes e inclusivos
Las luces multicolor, en las que sobresalían los tonos azules, simulaban una noche estrellada que se cernía sobre el escenario, mientras que allá, en el horizonte -al fondo de la plataforma-, las esculturas sonrientes de Cabo San Roque daban la bienvenida al Teatro Metropolitan, junto a fantasmitas tipo Pac-Man y demás juguetes, esparcidos por el entarimado, que a veces se convirtieron en instrumentos ¿musicales? “Estuvimos más de un año esperando este momento”, expresó Leonardo de Lozanne después de interpretar Hoy tengo miedo. A más de 16 meses de su estreno, Fobia presentó ante sus fans su set grabado para su MTV Unplugged.
“Finalmente podemos presentarles este acústico como debe ser: con gente presente en el foro. Gracias por la espera, por el apoyo y por venir a compartir este sueño con nosotros”, agregó el cantante, después de dejar un avión de juguete en el entarimado y desatar la primera ovación de su público, que ávido de conciertos, no paró de corear casi todos los temas que presentó el quinteto oriundo de la Ciudad de México.
El espectáculo desenchufado inició casi puntual con Pesadilla, tema que sirvió para romper el hielo y crear una atmósfera casi íntima, cómo de quien se sienta en un tejado a observar la despejada bóveda celeste, mientras canta, casi en susurro sus temas favoritos, convertidos en el soundtrack de su vida. De esa forma desfilaron 200 Sábados, Mi Pequeño Corazón, No Soy Un Buen Perdedor – en la que subieron a un fanático al escenario, le pusieron un casco y después Paco Huidobro le dio varias palmadas simulando que era un tambor, mientras que Leonardo se contoneaba al bailar, lo que desató silbidos y gritos de euforia-, así como Crucifijo y Miel del Escorpión, piezas fuera del material presentado para su especial de MTV, pero de las favoritas de sus seguidores. “Preparamos unas sorpresas para ustedes porque queríamos hacer más canciones de las que vienen en el disco”, explicó el vocalista, quien agregó “son de esos temas que, como otros, nunca fueron sencillos, pero ustedes las convirtieron en eso”.
De pronto, una figura de canino que había estado muy cerca del multi-instrumentista- Jay de la Cueva, casi a sus pies, se incorporó y comenzó a caminar lentamente para sorpresa del público. Antes, con sus orejes para el ruido, parecía parte de la escenografía con la que la banda adornó el escenario. “Se llama Arepa”, dijo de Lozanne “Y nos ha acompañados en todos los ensayos en el escenario”, agregó al tiempo que se incorporaba después de acariciarle. Y mientras Arepa se volvía a acomodar sonó un fragmento de Black Bird de The Beatles, un emotivo puente para enfilar los Caminitos Hacia el Cosmos.
A la que siguieron Dos Corazones, Hipnotízame – en la que el coro multitudinario se unió a Leonardo y que desató una ovación con gritos como “¡Te amo Leo!”, “Te amo Cha!”, ¡Arriba Cha!-, Descontrol, Vivo –en la que la audiencia, por fin, se levantó de sus asientos y acompañó a la banda, también integrada por Francisco Huidobro, Iñaki Vázquez y Javier Ramírez, Cha!, con aplausos.
La banda, expresó Leo, se siente “orgullosa de haber generado los fans como ustedes, porque el fan de Fobia no es cualquier fan. Siempre he pensado que más que ser fan es un cómplice, es un compañero de viaje, es una persona de mente abierta, que tolera, que siempre es inclusivo, que siempre cree más en la imaginación que en otra cosa, que vive las canciones, no nada más las escucha. Realmente las vive, las tripula. Y lo que más nos gusta de ver a nuestro público es que hay cualquier tipo de gente, no hay ninguna división entre nosotros, no hay razas, no hay clases sociales, no hay diferencias, somos todos parte de una misma complicidad”.
A partir de ese momento, el entusiasmo solo fue in cresendo pues siguieron sus grandes éxitos: Veneno Vil y El Diablo -en los que Leonardo pidió puños en alto al grito de ‘¡He!, ¡He!, ¡He!”-, seguida de No Eres Yo -en la que presentaron a los músicos que los acompañaron -Sebastián (batería), Erick (teclados) y el final se acercó con el clásico El Microbito. En el que subieron a fanáticas al entarimado, además de tres niños.
De esa forma, Fobia dio el banderazo para el arranque de su gira para este año; y tras un breve descanso, la banda regresó para interpretar tres piezas más, entre ellas El Cerebro, con la que bajó de manera definitiva el telón.