Por UNAM Global
Un comentario burlón y despectivo sobre el cuadro Impresión, sol naciente, de Claude Monet, dio nombre a uno de los movimientos artísticos más relevantes e influyentes de la segunda parte del siglo XIX: el impresionismo.
Dicho cuadro formaba parte de la primera exposición de los integrantes de la Sociedad Anónima de Pintores, Escultores y Grabadores, entre cuyos integrantes figuraba el propio Monet, además de Pierre-Auguste Renoir, Edgar Degas, Camille Pissarro y Paul Cézanne, entre otros.
La crítica se escandalizó con la brillantez de los colores y los contrastes entre ellos. “Incluso hubo quien dijo que la totalidad de esos cuadros integraba algo realmente desagradable, porque era justo lo opuesto a lo que estaban haciendo los miembros de la Academia”, señala Sandra Zetina, especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).