📚 Librívoros… De película | El Tambor de Hojalata

Por Alejandro Trejo Martínez

Ante los sucesos actuales en Europa del Este respecto a Ucrania, las noticias nos presentan a diario las consecuencias: pueblos desechos, soldados en las calles de las ciudades, personas fallecidas, asesinadas, escenas de muerte y las caravanas de ucranianos en plena huida hacia Polonia.

Todo esto nos hace reflexionar sobre circunstancias que no cambian: siempre es el pueblo el que pierde más, los ciudadanos, aquellos que sufren los impactos.

El mundo ha sufrido dos guerras mundiales, sin embargo, los conflictos focalizados no son menores también destruyen vidas, comunidades y países, que nunca vuelven a ser los mismos.

Para conocer un poco sobre lo que ocurre en un país en guerra, podemos acudir a las noticias y a la realidad televisada; pero también hay un legado literario que nos ayuda a conocer, pues describe y recrea, la vida de una ciudad y la destrucción que sufre durante un acontecimiento de tales magnitudes.

Miembro del Grupo 47, Günter Grass, escritor alemán nacido en la otrora ciudad de Danzig (hoy Polonia) -que por el tratado de Versalles era parte del corredor libre polaco- y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1999, de quien se conmemoraron siete años de su fallecimiento el pasado 13 de abril, queda en la memoria de varias generaciones no sólo por la polémica que suscitó el hecho -narrado por él en su libro Pelando la Cebolla– de haber sido parte de las Waffen SS (Waffen-Schutzstaffel), sino por una de las novelas que invitan a la reflexión sobre lo que ocurre durante una guerra, sus consecuencias y los daños que sufren los pueblos: El Tambor de Hojalata.

“Creo soñar, pero sigo estando por completo despierto, hasta que ahora, precisamente ahora, me arrancan de la cabeza el casco de acero, cuya correa se ha aflojado, y pierdo el sentido.

“Lo que me ocurrió acto seguido y ocurrió a mi alrededor se ensambla y se borra en imágenes fantasmalmente imprecisas y luego otra vez claros contornos: el plato de campaña casi vacío ha desaparecido, ya también el reloj de pulsera marca Kienzle.

“¿Dónde está mi cabo?

“¿Dónde están el subfusil y los dos cargadores?

“¿Por qué sigo o estoy otra vez de pie?

“-¡Ahí está, en el suelo!-, mi cabo.

“Esquirlas de granada le han destrozados las piernas. Por arriba parece estar ileso. Mira asombrado, incrédulo…

“Entonces un torbellino se arena me tapa la vista de la cocina de campaña, que humea indemne, hasta que, con otros heridos, nosotros -él llevado, yo sostenido- somos cargados en un camión ambulancia. Un sanitario se sube de un salto-

“Me gusta imaginarme protegido en ese cacharro. La guerra se tomaba un descanso… Las piernas con un torniquete, embaladas en gasa.

“Yacía así en uno de los catres, estaba consciente y me miraba sin girar la cabeza, sólo por el rabillo del ojo…”

-Fragmento del libro Pelando la Cebolla, de Günter Grass.

Esta novela, publicada el 1959, relata la vida del enano deforme que el día de su cumpleaños número tres recibe de regalo un tambor, y ese mismo día toma la decisión de no crecer y de comunicarse a través de los redobles que produce en su incondicional compañero de hojalata.

Oskar Matzerath es un niño que vive y narra su historia en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, mientras hace referencias al pasado y presente de su pueblo, que a manera de interpretación del lector, se convierte en una crítica implacable de ese pretérito siniestro que tiene el pueblo teutón con la experiencia letal del nazismo.

La odisea de Oskar acompañado de su tambor y su voz vitricída, recorre el Apocalipsis de una Europa ensangrentada y destrozada por la estupidez totalitaria y por la guerra, nos muestra las consecuencias del conflicto y cuenta cómo se las va arreglando para sobrevivir y vivir, como mejor puede, las cosas que de verdad importan en la vida.

Mediante su tambor y su voz estridente, que hace estallar vidrios, Oskar expresa su descontento con el orden existente y gracias a que se mantiene en la infancia física, evita sufrir los actos del mundo adulto de la guerra y los sucesos políticos del periodo nazi.

Al ser la obra más aclamada de la Alemania de posguerra, se dice que la negativa de Oskar a crecer, simboliza el sentimiento de culpa del país, por lo que la obra se convierte en una llamada de peso sobre la responsabilidad individual y colectiva alemana, que convoca al sentimiento compartido de expiación.

Dividido en 3 libros (partes), la historia de Oskar es presentada por él mismo y narra su vida con interludios del pasado, que nos hacen ir página tras página para saber qué pasará con el niño que nunca creció.

Tras la primera traducción al español en 1963, fue prohibida su publicación en España durante la dictadura franquista, y en 1978 fue llevada a la pantalla grande bajo la dirección de Volker Schlöndorff, versión que se hizo acreedora a la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1979, con lo que se convirtió en la primera cinta dirigida por un alemán en ganar dicha distinción. Un año después, obtuvo el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa.

Sin duda, El Tambor de Hojalata es un libro/película que te hará meditar sobre la vida durante una guerra, las calamidades e infortunios que ocurren bajo un contexto bélico, podrás ver un mundo complejo, colmado de diferencias y contrastes, que se funde con una realidad que no deja de ser actual y que nos llega como golpes de tambor.